La Ley de
incentivos tributarios y los seguros de salud: Lo que no se ha
dicho.
La recientemente aprobada y
(poco) debatida Ley de Incentivos Tributarios, en la parte pertinente a los
seguros de salud no es clara y carece de aplicación, al menos en su
interpretación inmediata. Dentro de lo
que no se ha dicho tenemos, en primer término, como se reglamentará la atención
de las enfermedades preexistentes, si estas tendrán un deducible aplicable en dólares, o si regirá un periodo de carencia, y por
cuanto será. No hay nada de esto.
Otro tema en observación, que el
IESS lo da como resuelto y con velocidad; es como se hará la transferencia del
afiliado a la aseguradora privada. Por
ejemplo, si un trabajador padece una enfermedad, [que tiene dos perfiles, catastrófica y
preexistente, Cáncer], cómo lo asimila
la aseguradora o el operador de medicina prepaga, y bajo que parámetros? Lo debe atender inmediatamente, o debe regir
el periodo de carencia? Lo idóneo para
el afiliado es que exista continuidad de cobertura. El IESS debe conocer que los deducibles, sean
estos en dinero o en tiempo, operan siempre en las primeras atenciones, pues
una vez que se ha honrado el deducible,
la atención siempre estará dada acorde lo estipulado en los contratos de
seguros, sean pólizas o de medicina prepaga.
¿Seguirán existiendo los copagos por; atención ambulatoria,
especializada, imágenes, laboratorio y cirugías?, cual es el proceso a
seguir?
Un punto importante es, ¿quién pagará el contrato de prestación de
servicios o la póliza de seguros? La incógnita se plantea visto que, no se ha
aprobado una tabla tarifaria que contenga el siguiente perfil técnico, rango de
edades y sus correspondientes tasas de riesgo
o costos por persona, aclaración de deducibles (existen escalas de
deducibles), tablas de copagos para las compañías de medicina prepaga, establecimientos
y médicos que conforman la red se servicios médicos, entre los más importantes,
reglamento y procedimiento de transferencia de afiliados, límites de las
coberturas, que son elementales tenerlas.
Quizá lo más importante, (que no
se ha tocado), es la visión del esquema técnico que poseen los seguros de
salud, estos deberían tomarse en consideración.
Me voy a explicar, las personas que toman un seguro o plan de medicina prepago, son
personas que se pertenecen a un estrato socio-económico medio, medio alto y
alto. Los costos de sus beneficios en
estas compañías, no son económicos, son
altos; las sumas indemnizables en
los planes de medicina prepaga, son limitados y oscilan entre los 5.000 dólares
hasta los 200.000 en los mejores casos, y se circunscriben a un año calendario
contrato, nada más. En las compañías de
seguros estos valores pueden llegar a los millones de dólares. Serán muy pocos los empresarios que adoptarán
la política de asegurar a todo su personal en uno de estas dos alternativas,
pues tendrán que lidiar con costos agregados al de afiliación de sus empleados,
que son sustantivamente más elevados y consecuentemente incidirán en sus
resultados financieros. El servicio
médico para el afiliado vía pago de deducible por parte del IESS será un vía
crucis, pues debe existir previamente una autorización de ellos para la
derivación, en consecuencia será, por decir lo menos, demorada.
Y finalmente una consideración
lógica, el negocio de los seguros de salud, esta cimentado en la ocurrencia
fortuita, no en la cierta. El impacto
de atención a personas con afectaciones de enfermedades catastróficas va a ser
determinante en la operación del sistema de aseguración en general, sus costos
van a subir, se convertirán en impagables, y con tendencia clara a liquidarse,
pues nadie puede sostener una empresa a perdidas. La atención social de la salud, es una cosa
totalmente distinta a la privada, los márgenes de aportación en la primera son
universales y obligatorios, en el segundo, no lo son.
Se debe analizar más a fondo el
tema con los distintos actores involucrados en este caso, haciendo talleres que
examinen y simulen el comportamiento y posible respuesta del mercado en el
tiempo y pronosticar resultados que sean reflejo de la realidad que viven las
aseguradoras y empresas de medicina prepaga en el país.