Seguros de Salud y Asistencia Médica,
la cancelación de un segmento. (MAPFRE-ATLAS)
Los
últimos ocho días he recibido innumerables llamadas solicitándome un criterio
sobre el tema que ha preocupado, a muchos asegurados y corredores de seguros, y que tiene relación directa con el aviso
recibido por parte de Mapfre-Atlas sobre la cancelación de su actividad en
seguros de Salud y Asistencia Medica a nivel nacional, es decir las operaciones
de Ecuador.
Al
respecto, y de acuerdo al contrato de seguros (póliza), debemos de admitir que
Contractualmente, la compañía de seguros tiene la potestad de cancelar cualquier
cobertura que esta haya emitido, con un aviso o notificación por escrito, al
domicilio del asegurado, indicándole tal hecho, esto es la cancelación de su cobertura, comunicación que
llevará descrito en su interior la fecha en que caducan las garantías de su
contrato de seguros. Sobre este
particular no hay mucho que aportar, pues cualquier aseguradora está en ese
derecho, que valga la oportunidad de anotarlo, todas las compañías de seguros
que operan en el Ecuador lo tienen y es mas, cada ramo en seguros generales, también
lo posee. Existen excepciones de no
caducidad al contrato de seguros vigente en los ramos generales, tales como garantías
derivadas de una cobertura de Responsabilidad Civil, los seguros de Fianzas, y
el contrato de Seguro de Transporte, en el que la aseguradora no puede cancelar
la cobertura en la mitad de una travesía, pero ninguna de estas excepciones
toca al seguro de Salud y Asistencia Médica, no está prevista la contingencia
que se deriva de esta acción de cancelación de contrato.
Mapfre-Atlas,
nos deja una serie de contingentes y remanentes, que sobre pasan la materia
contractual. Veamos que pasa con este
retiro del mercado; hay asegurados que
tienen mas de 65 años, otros en cambio tienen enfermedades o dolencias
previamente contraídas (preexistencia), o atenciones medicas programadas a
futuro, tales como operaciones y similares.
En el primer caso la edad será un obstáculo para acceder a una protección
de salud, el segundo es mas critico, pues el asegurado queda privado de la póliza
y de su cobertura especifica a su dolencia, y en el tercer caso simplemente se
queda sin poder llevar a cabo el acto quirúrgico con el soporte de un
seguro. Grave situación para los
asegurados, sin duda.
Desde
el punto de vista Macro, me refiero al
contexto de operación en un mercado determinado de seguros, Ecuador en este
caso, no creo que lo que ocurre sea
exactamente lo justo. Pues es una
verdad que no admite discusiones, que se
está produciendo un perjuicio en contra de los asegurados mas vulnerables, ocasionándoles un daño directo, que impactará
el resto de su vida, pues se vulnera su cobertura, sus finanzas, y un sinnúmero
de etcéteras que no vamos en este post a
tratar.
La
Superintendencia de Bancos y Seguros debe de conocer este tema y tratarlo con
absoluta verticalidad y solidaridad, -este último es el principio de los
seguros- y arbitrar medidas que protejan a los asegurados en los casos
descritos.
Lo
adecuado sería que Mapfre-Atlas negocie su bloque afectado con una aseguradora
colega, y mantenga la cobertura ofrecida inicialmente en sus contratos, que es
de por vida, además promesa que no se cumpliría, y de esta forma nadie se
afecta y el sector asegurador recobraría la confianza que parece, al menos en
esta parte, se ha perdido.
Desde
acá hago los mejores votos para que tanto asegurados como aseguradores
contribuyan a fraguar una confianza solida del mercado, pues sin ella este
negocio deja de serlo. Hasta el próximo post.