La crisis del seguro en Ecuador: el alza desmedida de las primas y la ausencia de control
En los últimos meses, la industria aseguradora ecuatoriana, particularmente el ramo de seguros de salud, atraviesa un período de tensión creciente. Dos hechos resultan especialmente preocupantes:
por una parte, la pasividad de la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros (SCVS) ante el aumento desproporcionado de las primas; y, por otra, la conducta restrictiva de las aseguradoras, que recurren con frecuencia a argumentos poco sólidos para negar reclamaciones legítimas.
Estas prácticas han llevado las tarifas a niveles difícilmente sostenibles, afectando no sólo a los asegurados, sino también al equilibrio del mercado y a la credibilidad del sistema.
Un fenómeno sin precedentes
Tras más de cinco décadas de actividad profesional en el sector, puedo afirmar que nunca se había observado un deterioro tan profundo en la relación entre las aseguradoras, sus clientes y los prestadores de servicios.
La percepción general es de descontento y desconfianza. Las excepciones —malas prácticas o gestiones deficientes— que antes eran casos aislados, hoy parecen haberse convertido en norma.
El asegurado promedio empieza a dudar de la efectividad de su póliza, temiendo que lo que hoy ocurre con el seguro de salud termine replicándose en los seguros generales, de automotores o de negocios.
En otras palabras, el modelo actual del seguro de salud está contaminando a todo el sector.
Una reforma impostergable
La creación de una Superintendencia o Intendencia General de Seguros de Salud se vuelve una necesidad urgente.
Una entidad especializada podría establecer parámetros mínimos y máximos de cobertura, homologar criterios técnicos y proteger a los adultos mayores, que hoy pagan lo mismo por recibir la mitad de los beneficios.
De igual forma, se requiere que los auditores médicos de las aseguradoras comprendan que una intervención quirúrgica no es un lujo, sino una necesidad médica, y que si una póliza ofrece el 100% de cobertura en gastos quirúrgicos, ese porcentaje debe corresponder a un valor transparente y verificable.
No es aceptable que los asegurados deban descifrar códigos, tablas o terminologías que varían entre instituciones, como si se tratara de un secreto corporativo.
El espejismo del “aumento de costos”
Cada año se justifica el alza de primas argumentando que los costos médicos, hospitalarios o farmacéuticos han subido.
Sin embargo, la evidencia de mercado muestra que ninguno de estos rubros ha aumentado en los porcentajes aplicados por las aseguradoras.
En muchos casos, las primas se han incrementado entre un 20% y un 43%, sin una correlación técnica clara.
Esta situación resulta inaceptable y ofensiva al sentido común.
El descontrol tarifario y la falta de vigilancia efectiva están generando una crisis estructural que amenaza la sostenibilidad del sector asegurador ecuatoriano.
Conclusión
Es hora de emprender una reforma integral del sistema de seguros de salud, basada en transparencia, regulación técnica y justicia contractual.
De lo contrario, el sector corre el riesgo de perder la confianza pública y arrastrar consigo la estabilidad de toda la industria.
Hasta el próximo post, ED
CRÉDITOS:
Fuentes: Insurance Analytics Ec. S.A. Diario La Hora. SCVS.
Fotografías: Diario La Hora, Google Images, Getty Images.
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